Salarios de hambre: la soga en el cuello
Algunas personas tienen la perturbadora capacidad de encontrar en la humillación de un ser humano desdichado un momento divertido. En días pasados un académico, una funcionaria y un empresario consideraron simpático fotografiarse junto a un hombre en condición de calle mientras uno de ellos –el empresario- sostenía, a manera de correa, el extremo de una cuerda atada alrededor del cuello del indigente. Es difícil decidir qué resulta más lastimoso, el semblante cabizbajo y la actitud resignada del sometido hombre harapiento, la firme pose de amo del sujeto que lo exhibe como perro o las sonrisas burlonas en los rostros de los bien vestidos y enfiestados testigos de la escena.
Los informes dados a conocer en días pasados por Coneval y Oxfam ayudan a comprobar la incómoda intuición de que esta fotografía, capturada en Tijuana, es lastimosamente representativa. La información publicada por el Coneval muestra que entre 2012 y 2014 la pobreza aumentó en México y que el factor central detrás de este incremento son los bajos ingresos. 63.8% de los mexicanos se encuentra en la categoría de pobreza por ingresos y en los últimos 30 años el salario ha sufrido en nuestro país una depreciación de 80%.
Para continuar leyendo: